La crisis económica mundial ha repercutido de manera determinante en los precios del petróleo, debido a la escasa demanda que se ha producido a causa de la pandemia que azota al planeta, encontrándose actualmente su precio estatizado en un 38,5 % y las posibilidades de mejorar no son muy halagadoras.
La aparición de la pandemia ha generado una profunda crisis en múltiples áreas, no sólo a nivel de la salud, sino que también ha incidido en términos muy negativos en el área económica y comercial. Una de las áreas más afectada ha sido la industria petrolera.
Glosario del contenido del artículo:
- Los valores oscilantes del precio del petróleo
- El desplome del precio del petróleo. Otras alternativas de energía
- Naciones que no dependen de la industria petrolera
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Los valores oscilantes del precio del petróleo
Los declives que ha presentado el movimiento del crudo, ha generado muchas expectativas en cuanto a cuáles serán los niveles que podrá presentar en lo que resta del año. Unos dicen que oscilará entre 33 y 43 dólares. Aunque recientemente el petróleo Texas tuvo un movimiento cercano a los 42 dólares, logrando mantenerse en ese valor en los últimos meses.
Los expertos opinan que, si los confinamientos crecen desmesuradamente, será necesario perforar el suelo.
Se afirma también que, a mediano plazo, un recorte de barriles que pueda alcanzar los 12 millones mundialmente de producción, aunado a lo que logren producir Irán y Libia, los cuales se mantienen varados en este momento, pudiera generar un aumento a 15 millones de barriles, un aliciente positivo.
Este planteamiento serviría para amortiguar los precios del crudo, logrando su estabilidad, a los fines de preservar la economía mundial ante los efectos de la pandemia.
Por esto se señala que la caída del precio del petróleo se debe a que la demanda está condicionada al nivel del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, el deterioro en su costo y la debacle provocada por el COVID 19, es grave y preocupante por su persistencia, ante una solución que no se avizora a corto plazo, ya que se presume se pueda alargar por tiempo indeterminado.
La industria petrolera se plantea una realidad, donde se considera que los niveles del PIB no se recuperarán a corto plazo, debido a la creciente crisis que se perfila profunda y que puede durar según apreciaciones de expertos hasta el 2022 o 2023.
Este criterio generalizado significa que el petróleo tendrá una demanda moderada al igual que su precio, durante todo el periodo de existencia que tenga la pandemia.
El desplome del precio del petróleo. Otras alternativas de energía
Las economías a nivel mundial, han sufrido unos severos cambios por las condiciones energéticas y sanitarias que están viviendo los países del mundo. Ante la pandemia, la economía en Alemania cayó un 10,9 %, en lo que va de año, al igual que la española que bajó un 18,5 %. Estas caídas no tienen precedentes en estas naciones.
Otro elemento relevante en cuanto al desplome del precio del crudo, es que los trabajadores no han podido incorporarse a sus labores y actividades, lo que incide en la baja producción y en la distribución del rubro.
Un factor que actúa en ese detrimento, es la baja demanda de combustible para el transporte aéreo, el cual se encuentra por debajo de un millón de barriles diarios de crudo, que antes ascendía a los 7 millones.
Esa notable diferencia de 6 millones de barriles de crudo, referida a la demanda, puede ser que se recupere en el 2021, pero eso va a depender del control de la pandemia y de los progresos médicos que haya en cuanto a la solución de esa terrible enfermedad que azota a toda la población en general.
El economista Philippe Waechter acota que, otro factor que incide en forma negativa en la demanda del crudo, es lo que hoy se llama una economía de giro verde.
Esto significa que los ciudadanos tienen el deseo de aminorar la contaminación que producen algunos rubros sobre todo el carbono a nivel planetario. Por ello, se está pensando en otras fuentes alternativas de energía.
La sociedad universalmente desconoce hasta cuándo durará esta crisis sanitaria que agobia a toda la población. Por ello se dice, que ante esta debacle debe pensarse en otras áreas de energía alternativa.
Una de esas alternativas la representa la industria automovilística, empeñada en generar un cambio, a los fines de complacer y estimular a los usuarios a tener una vida más sana.
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Naciones que no dependen de la industria petrolera
Algunos gobiernos tienen otros sistemas de energías, dependiendo muy poco o casi nada de la industria petrolera, ya que ellos financian algunas iniciativas en torno a la generación de energía en otros rubros.
A futuro los países desarrollados irán aminorando su dependencia del petróleo. Esto producirá una compensación para los países en vías de desarrollo, que son los más dependientes del petróleo.
Sin embargo, el mantenimiento de los precios será determinante para estos países. Lo cual significa que muchas naciones ante la oscilación de precios, se verán obligadas al recalculo de sus presupuestos, ya que muchas veces se estiman precios muy altos y luego se tienen que ajustar a precios más bajos.
Esta creciente y decreciente baja del petróleo se estima que, será a corto y medio plazo. Lógicamente si existe poca demanda, habrá poca producción y esta tendencia debería incidir en el aumento de su precio.
La problemática radica en que la OPEP está desarrollando una estrategia que consiste en, a menores precios, se busca compensar la caída de los ingresos con mayor producción. Pero esta oferta en exceso, trae como consecuencia que los precios bajen nuevamente.
En los últimos tiempos, la industria petrolera ha mermado en sus actividades y sus acciones han decaído. Hoy en día, muchos países que en otra época fueron productores, pujantes de progreso y riqueza, se ven diezmados en su desarrollo debido a toda la tormenta actual que viven los precios del petróleo.
Sin embargo, los grandes países productores de petróleo siguen esperando el pase de la pandemia para poder soñar con la recuperación de la economía petrolera mundial.
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