Erupciones volcánicas. Este tipo de bonos está muy relacionado con la aparición de algunos desastres volcánicos.
Se dice que este título de deuda podría llamársele bonos catastróficos que, como elemento vinculado a los seguros, permite que todos los aseguradores logren transferir estos riesgos al mercado financiero.
Glosario del contenido del artículo:
- Los bonos volcánicos y su funcionamiento
- La protección de 10 volcanes contra la erupción
- El coste de los desastres para los países pobres
- Los bonos volcánicos y el interés institucional
- Seguros contra erupciones volcánicas
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Los bonos volcánicos y su funcionamiento
El funcionamiento de los bonos volcánicos se describe de la siguiente manera: un asegurador que carece de capacidad para dar protección a un determinado evento, por ejemplo, una erupción volcánica, toma la decisión de firmar un contrato de reaseguro, usando otra entidad a cambio de una prima.
Esta segunda entidad decide emitir un bono para venderlo a los inversores. Despues, ese dinero, durante su emisión, se queda resguardado en un fondo fiduciario hasta la fecha de su vencimiento.
En el caso de que ocurra algún evento catastrófico, este dinero será utilizado pagar la prima establecida en el acuerdo.
Si el evento acontece, los inversores recuperarán su capital, más todos los intereses devengados durante ese lapso de tiempo.
Referente al primer bono volcánico que haya usado tecnología Blockchain, todos los impulsores que intervinieron en la creación del proyecto, han manifestado su pretensión de levantar aproximadamente unos 3 millones de dólares, para generar la emisión de estos bonos.
La protección de 10 volcanes contra la erupción
En el caso de que se llegare a producir en 10 volcanes una erupción, la Cruz Roja danesa tendrá la potestad de cobrar el dinero del fondo, pudiendo desarrollar de manera rápida una estrategia que permita la mitigación de las consecuencias que pudieran ocurrir sobre el terreno.
A nivel mundial, todas las hecatombes provocadas por cualquier tipo de catástrofe afectan el medio ambiente, aunadas a las terribles crisis sanitarias y a los eventos climáticos.
Estos fenomenos requieren elevadas sumas de dinero para poder ofrecer ayuda humanitaria y asistencia a todos los que la necesiten, cuyo objetivo primordial es reconstruir las casas u hogares y las infraestructuras.
Preservando, además, la vida en las comunidades, incluyendo a todos los ciudadanos, buscando la manera de que estos puedan obtener el sustento para ellos y su entorno.
El coste de los desastres para los países pobres
Los modelos de riesgo referidos a desastres dentro del mercado de seguros, manifiestan que todas aquellas catástrofes de origen natural que se producen de manera espontánea y fortuita.
Estos llegan a tener un coste excesivamente elevado cuando ocurre en los países más desasistidos del mundo, llegando a costar en promedio, aproximadamente unos 30 mil millones de dólares anuales.
Sin embargo, la evolución de la tecnología, como el Blockchain, puede llegar a combinarse con algunos productos de transferencias relacionados con los riesgos convencionales.
Asimismo, ofrecen a todas aquellas organizaciones humanitarias, la oportunidad de poder anticipar futuras pérdidas, a los fines de aprovechar los mercados que poseen capital global y que, de alguna manera, aminoran su exposición a cualquier desastre natural o conflicto.
Los bonos volcánicos y el interés institucional
A pesar de lo novedoso de este modelo de productos, en el mercado se ha despertado un marcado interés entre los inversores de este nuevo instrumento, donde algunas instituciones de prestigio han expresado su interés por conocerlo.
El interés surge ante una modalidad que avizora un futuro promisor, teniendo en cuenta el crecimiento de las inversiones que expresan una responsabilidad social en cuanto al tema.
Además, estos bonos tienen diversos beneficios en muchas áreas, sobre todo, las relacionadas con el cambio climático.
Son instrumentos que, de alguna manera, sirven para prever y adelantarse a algunos acontecimientos, siempre aprovechando el sentido de la oportunidad de recaudar dinero antes de que un evento de esta magnitud origine pérdidas irreparables, que tienden a afectar a un conglomerado en general.
Existen algunas posiciones en cuanto al título que se le ha dado a estos bonos, los cuales han sido muy criticados debido a lo ocurrido con algunos activos, como los llamados bonos pandémicos, que no tuvieron la capacidad de recaudar los recursos de manera rápida para poder combatir las nefastas epidemias como el ébola y el covid-19.
Adicional a ello, es importante dar a conocer que estos bonos generalmente arrojan rentabilidades muy favorables, lo cual permite compensar el riesgo de perderlo todo en caso de un desastre, como ocurrió con la aparición de la pandemia, donde hubo algunas pérdidas irreparables.
Seguros contra erupciones volcánicas
Este tipo de seguros provino del acuerdo de algunos socios que, a través de un proyecto, pensaron en recaudar una determinada cantidad de dólares, para luego transferirlas a algunas instituciones de salud.
Su pago se basa en un modelo estrictamente cuantitativo, que se presume tiene la capacidad de predecir dónde se requerirán los fondos, en función de determinar a través de una nube de cenizas después que ocurra una erupción volcánica, las necesidades que predominan en el lugar.
Este bono fue creado pensando en la cobertura de 10 volcanes, donde están incluidos el Popocatépetl de México y el Nevado del Ruiz en Colombia. Es un proyecto que data de uno cuantos años y que tiene su origen en la ciudad de Zúrich.
Este tipo de bonos llamados de catástrofes, tienden asegurar cualquier daño que ocurra de manera natural, tales como terremotos o tormentas, y algunos novedosamente han decidido incluir erupciones volcánicas.
Son seguros que ofrecen rendimientos muy positivos a los inversores, ya que estos corren un alto riesgo de perder alguna parte o la totalidad de su inversión, si llegase a ocurrir algún desastre.
El seguro también decidió agregar una variante nueva, a un mercado que ha acaparado la atención debido a que los desastres naturales son impredecibles, pero los daños que causan son de una dimensión desconocida.
Por otra parte, cabe señalar que estos bonos pandémicos han sido motivo de muchas críticas, sobre todo en el año 2019, cuando no se efectuó su pago para el momento que apareció un brote de ébola y tampoco hubo cumplimiento en los primeros meses de ocurrida la pandemia del coronavirus el año pasado, lo cual generó un gran número de pérdidas.
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